Entre cenizas y flores de mayo
Me gustaría hablarte de la eternidad
Del fin del tiempo y los amores que burlan la muerte,
Me gustaría hablarte de añoranza y fatalidad
Y del agónico miedo por la idea de perderte.
Me gustaría hablar de dragones
De princesas y metáforas manidas
De juglares y de trovadores
Y de estrellas que ensimismadas brillan.
Me gustaría contarte cuentos
Y que soñaras con realidades alternativas,
Con otras realidades y con parajes de ensueño.
Pero no puedo…
Pues no quedan entre las cenizas y las flores de mayo
Más que de los príncipes los brutos
De los lirios y los mirlos los caminos asfaltados
Y del amor el oropel, cortejo recargado simple y burdo.
Aunque al mirar al suelo
Se arremolinen las flores
Y al mirar al cielo
Vuelen aves de mil colores.
Nada queda de los cuentos
De los cantares… las fantasías,
Nada de los bucólicos sonetos
Ni de las románticas elegías.
Y sin embargo perdido en la cadencia de los días
Pausada y serena, agua que fluye entre mareas
Casi veo el destello de las ilusiones perdidas
Reflejado en tu nívea tez, en tu mirar de niña buena
Y en el fuego de las noches de pasión henchidas.
Eres, amor, la flor que crece en la tierra muerta
La flor desafiante y segura, regia y obstinada
Que se alza sobre las cenizas de los príncipes y las princesas
Sobre las mentiras de la infancia y sobre las palabras
Prueba de que más allá de los cuentos, de las fábulas y las leyendas
Queda quien mire con ojos de mujer inocente, de mujer enamorada.
Aún a pesar del tiempo y las tormentas….
(23/04/12)
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